El Caracol Negro

Un anarquista de pensamiento

Soy Guille.

Quizás no te estés preguntando, como yo lo hice, si era necesaria una página de "Sobre mí". Al principio me parecía que iba a ser poco original o incluso narcisista. Pero si este blog va a ser un lugar absolutamente indesligable de mi experiencia vital y de mi personalidad, entonces no tiene sentido que, quien lo visite, no sepa nada de mí.

Soy de esa generación que aprendió con un ordenador, y desde adolescente empecé a ser consumidor y participante de ese internet de los blogs, los foros, Messenger y otras redes sociales (todavía simples). Estudié en la universidad, como muchos otros desafortunados, sin saber muy bien dónde me metía. Cuando acabé, me costó mucho aceptar que lo que había estudiado no era aquello a lo que me quería dedicar.

Hice un máster en filosofía, pensando en hacer carrera profesional universitaria. Y aquí fue donde me llevé una de mis mayores decepciones: en la academia no siempre se es bienvenido. Si no cumples con ciertos requisitos, no hay sitio para ti. Intenté sacar una tesis doctoral trabajando a media jornada (spoiler: muy precarizado), hasta que ya no pude más.

Desde entonces he ido probando muchas cosas en la vida, siempre guiado por la brújula moderna occidental que dice que tu proyecto vital tiene que ser, ante todo, un proyecto profesional (si te fijas, ni yo mismo puedo evitar presentarme hablando de lo que he estudiado o trabajado).

Aunque mi espíritu anarquista ha querido siempre "vivir libre del yugo del dinero y de los valores superfluos de la corrompida sociedad moderna", lo cierto es que el no tener algo con lo que "ganarme la vida" ha sido mi talón de Aquiles. No me malinterpretes. No es que sueñe con ser empresaurio. Pero tampoco tengo miedo de admitir que en mí habitan contradicciones que todavía no he conseguido resolver.

Desde mis últimos años de carrera me ha interesado entender la crisis ecológica que estamos viviendo y buscar maneras de afrontarla. Poco a poco he conseguido situar mis ideas a través de determinados espectros, disciplinas o conceptos. Pero en general, me considero un ácrata de pensamiento: imposible de encajar dentro de un marco epistémico cerrado. Aprendiz de todo y maestro de nada, voy cogiendo lo que me sirve para construir una visión propia del mundo, con mucho miedo a equivocarme.

Viví un tiempo en Francia como voluntario en un huerto pedagógico, y esta experiencia me ayudó mucho a reconectar con partes de mí que desconocía. Pasé del escritorio a la tierra, y por primera vez en mucho tiempo sentí mis manos estar presentes.

Y ahora estoy aquí: volviendo a lo simple, procurando abrazar todas mis facetas, entre el campo y la ciudad, e intentando encontrar una voz (otra de las muchas que ya tengo) que me ayude a comunicar lo que pienso.

Con este blog quiero crear un poso de conocimiento situado, empapado de experiencia personal, sin filtros ni formalismos académicos salvo cuando sea pertinente. También busco gente con la que hablar y crear comunidad.

Si te gusta lo que escribo, no dudes en contactarme.